Qué tal amigos. Ya que mi página tiene esta pestaña tan interesante llamada «blog», he pensado que usarla no estaría mal. Así quito este vacío tan molesto que hay por aquí y lo lleno con China entera.
Para inaugurar este espacio, voy a colgar lo último que he hecho. Es una anécdota que nos ocurrió viajando con unos amigos por China, ese gran país en el que cuando pisas la calle todo puede pasar. Puedes tener la idea por la mañana de ir a visitar la parte más bonita, restaurada y turística de la muralla y encontrarte por la tarde en la parte más ruinosa y remota de la misma, llevados como un rebaño en una furgoneta conducida por un chino somnoliento. Todo esto por una carretera de montaña llena de curvas. ¡China es lo mejor!